domingo, 15 de noviembre de 2015

la devaluación de la moneda de un pais

¿cómo funciona? ¿Es deseable? ¿qué repercusiones tiene?

Las monedas y billetes no tienen un valor por sí mismos, sino que son una representación de la riqueza que tiene un país. El Banco Central de un país respalda y da valor a la moneda por medio de las reservas de riqueza que administra.
El reducir, mediante devaluación, el valor de una moneda sólo se puede hacer cuando existe un tipo de cambio fijo que establece el valor de esa moneda en relación con las principales monedas a nivel internacional. Cuando el sistema es un sistema de tipos de cambios flexibles - es decir, que los valores de las monedas no estás fijados sino que se establecen mediante las fuerzas del mercado- la reducción del valor de la moneda se denomina depreciación.
Las monedas de los países representan un valor, este valor está relacionado con la riqueza de un país. La moneda en sí no tiene un valor real, sino que es solo representativo y si el país emite más monedas o les da un valor más alto del que puede respaldar con su riqueza se tienen que realizar ajustes en cuanto al valor de éstas.
Ejemplo: Si todos los bienes que alguien tiene (imaginemos que estos son todos los bienes existentes) se valoraran en 100€ se podrían emitir 100 monedas de un euro para representar el valor de dichos bienes; pero si en un momento dado se emiten 100 monedas más de 1€ (ahora hay 200€ en total) sin aumentar el número de bienes que existen, las monedas que están en circulación no representan el valor real de los bienes, por lo que existen tres opciones:
  1. Hacer modificaciones a los bienes existentes para incrementar su valor a 200€.
  2. Sacar de circulación 100 monedas de un euro.
  3. Darle un menor valor (real) a la moneda (50 céntimos). Esto es exactamente devaluar la moneda.
Si se emitieron más monedas es porque se necesitaba más riqueza y por lo tanto la primera opción está descartada ya que no se tenía con qué invertir.
Si se tienen en circulación 200 monedas es muy difícil decir a quienes las tengan que las devuelvan sin recibir nada a cambio. Por lo tanto lo más fácil es devaluar la moneda.


Factores que influyen en la devaluación de la moneda:
  1. Aumento en la cantidad de dinero que circula sin incremento en la riqueza del país. Cuando esto sucede, el dinero circulante no puede ser respaldado por las reservas y, por lo tanto, disminuye su valor.
  2. Por una baja en la demanda de la moneda local.
  3. O bien por un aumento en la demanda de la moneda extranjera. Ello puede ser debido a una falta de confianza en la economía local o en su estabilidad. Una declaración de moratoria de pagos de deuda del gobierno, las guerras, actos de terrorismo, etc ahuyentan la inversión extranjera en el país. Ante un escenario de desconfianza, los inversionistas (nacionales e internacionales) buscan sacar su dinero del país, y para hacerlo, deben vender la moneda local y comprar moneda extranjera.
Y por qué ocurre la devaluación:
  1. Déficit en la balanza comercial. Esto sucede principalmente cuando se importa más de lo que se exporta, con lo que deberemos comprar más moneda extranjera para cubrir ese déficit.
  2. Desconfianza en la economía local o en la estabilidad misma del país. Esta puede ser causada por problemas internos de carácter político o social, guerras, actos de terrorismo, entre otros.
  3. Salida de capital extranjero. Esta es una consecuencia directa de la desconfianza: los inversionistas extranjeros prefieren llevar su dinero a países con economías más estables y ven más conveniente prestar su dinero a gobiernos con tasas de interés más elevadas.
En ocasiones es el propio Banco Central quien decide devaluar la moneda. Con ello busca disminuir las importaciones y darle empuje a la producción local: dado que los productos importados se encarecen, la población tiende a preferir los nacionales.
Consecuencias de la devaluación:
  1.  encarecimiento de las importaciones, puesto que la divisa nacional tiene un menor valor frente a la divisa extranjera, se requiere de más dinero para importar tanto bienes como servicios.Ya que el dinero que percibimos sigue siendo el mismo, pero éste dinero ha perdido valor a nivel internacional, en nuestra economía personal la devaluación se ve reflejada en un aumento en los precios de ropa y calzado importados, productos alimenticios de origen extranjero, viajes, servicios de telefonía, entre otros.
  2. Aumento de la inflación.
  3. Tarifazos de servicios públicos, ya que al devaluarse, las tarifas se ven atrasadas con respecto al costo real.
  4. Erosión de los ahorros en moneda local y pérdida de salario real.
  5. Licuación de la Deuda por parte de empresas que fijaron el contrato en moneda local. Aunque esto en algunos casos no sucede ya que generalmente los contratos de préstamos están pactados en tasa de inflación variable. Sin embargo, puede ser que en algunos países la indexación esté prohibida, por lo que se produce una transferencia de riqueza de los acreedores hacia los deudores.
¿es todo negativo en cuanto a la devaluación? Bueno, todo no. Dado que la moneda nacional tiene menor valor se pueden propiciar las exportaciones: los países extranjeros tienden a preferir el comercio con países cuya moneda está devaluada. Si se aprovecha el aumento en las exportaciones, puede resultar beneficioso para el país. Asimismo, puede aumentar el turismo internacional ya que a los extranjeros les resulta atractivo vacacionar en países donde su dinero vale más.
Alternativas a la devaluación: Básicamente mejorar la competividad. Es decir, producir con menores costes para poder competir via precio o bien competir produciendo cosas o prestando servicios de un mayor valor añadido. Ello puede venir de la mano de una mayor inversión de capital o de la inversión en tecnología, de un menor coste del endeudamiento y de un mayor y mejor acceso a la financiación de las empresas, así como reducir el gasto público y ser con ello más eficiente.
Cómo hacer frente a una devaluación
  1. preferencia por tener nuestro dinero en propiedades materiales que en moneda circulante.
  2. Planificar y en algunos casos anticipar los gastos
  3. Preferencia por el consumo de productos nacionales
  4. Es conveniente reservar una parte de tu dinero para prevenir procesos de devaluación futuros.
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martes, 10 de noviembre de 2015

Efecto Veblen y efecto snobismo

¿Influye el precio en el sabor del vino?

Para la inmensa mayoría de consumidores el precio puede cambiar el sabor de un vino, desarrollar una preferencia y respeto hacia una marca, y reportar más placer. Estas son las conclusiones a las que ha llegado un grupo de investigadores del Instituto de Tecnología de California



Un estudio llevado a cabo en Pasadena (Los Ángeles), en el Laboratorio de Neuroeconomía Rangel del Instituto de Tecnología de California, en colaboración con la Escuela de Negocios de Stanford, concluye que un precio más elevado en una botella de vino no sólo influye en el sabor que percibimos del vino, sino que también aumenta nuestro placer.



Antonio Rangel, director del laboratorio, estudió el comportamiento del cerebro humano cuando bebemos vino de diferentes precios. Para este estudio el equipo de Rangel realizó dos pruebas con consumidores (hombres y mujeres) aficionados al vino. En la primera se les dio de beber un vino tinto de la variedad Cabernet Sauvignon mientras se sometían a una resonancia magnética. En la segunda prueba se les indica que beberán otro vino tinto, pero también de la variedad Cabernet Sauvignon.



Con cada sorbo de Cabernet Sauvignon, a los catadores de vino aficionados se les dice el precio de la botella. Sin embargo el equipo de investigadores les está dando el mismo vino dos veces. Una vez como si costase 70 euros, y la otra como si fuera un vino de 7 euros.
Tras las pruebas, la resonancia magnética determina que con un precio de 70 euros, el mismo Cabernet Saugvinon activa la región del placer del córtex cerebral. Pero con un vino de 7 euros, el cerebro se divierte mucho menos. Es decir, nuestro cerebro consciente toma nota del precio, y ya sólo eso influye en el sabor, al margen de la calidad del vino.

Para este Profesor Asociado de Economía, el precio del vino afectará "a las futuras compras y al gusto que las personas desarrollen y su respeto por sus productos; lo que el estudio nos demuestra es que no es una ilusión,  es muy real para el cerebro creer que un vino mejor conduce a más placer".

El estudio revela, por tanto, que el placer de beber vino aumenta en la misma proporción en que se incrementa su precio, no importa cual sea su calidad, y que los consumidores creen que, al ser más caros, los vinos son de mejor calidad.



Si relacionamos el precio de las cosas y el comportamiento de los consumidores, tenemos:

EFECTO ESNOBISMO
 
Se demanda un bien, porque otros lo consumen, para:
  • Comprar exclusividad (clubes privados, sensación de que se pertenece a uno).
  • Ser diferente (gafas Tag Heuer, “nuevas y caras, en vanguardia”).
  • Separarse de la masa (polos Ralph Lauren, Abercronbie and fitch)

La demanda de un producto esnob disminuye cuantas más personas lo consuman y, como consecuencia, desaparece el carácter de diferenciación.
Ejemplo: Lacoste, marca de ropa,  tuvo una crisis a principios de los noventa como consecuencia de una “crisis de éxito”. Se popularizó tanto que dejó de ser un producto exclusivo.
EFECTO VEBLEN

Se demanda un bien básicamente en función de su precio, para:
  • Realizar consumo conspicuo (ilustre, visible, sobresaliente): Champán Don Perignon, maletas Louis Vuitton, joyas Cartier, relojes Rolex.


El efecto Veblen no debe ser confundido con el efecto esnobismo. Éste es en función del consumo realizado por otros (para distinguirse de los demás, para ser "exclusivo", mientras que  aquél (efecto Veblen) es en función unicamente del precio, es decir, consumir cosas caras da visibilidad y placer.
Un bien Veblen tiene curva de demanda positiva: es decir, cuando aumenta su precio, aumenta su demanda (lo habitual en la mayoría de productos es que un aumento de precio produce una disminución de la demanda).

EFECTO FURGÓN DE COLA

El efecto bandwagon, también conocido como el efecto de arrastre, "efecto de la moda", de "subirse al carro" o "efecto banda-carroza", es la observación de que a menudo las personas hacen y creen ciertas cosas fundándose en el hecho de que muchas otras personas hacen y creen en esas mismas cosas. El efecto es peyorativamente llamado comportamiento gregario, particularmente cuando es aplicado a los adolescentes. Las personas tienden a seguir a la multitud sin examinar los méritos de una cosa en particular.
Aplicado al comportamiento consumista, el comprador adquirirá aquellos bienes y servicios que observa que adquieren las demás personas, porque confía que al ser mayormente adquiridos, serán en general mejores.
Por tanto, en el efecto furgón de cola,  la preferencia por un bien tiende a incrementarse a medida que aumenta la cantidad de gente que lo compra
Por ejemplo: cuando queremos ir a comer a un restaurante, vemos 2 restaurantes, uno de ellos no tiene a nadie y el otro está casi lleno. El efecto furgón de cola nos llevaría muy probablemente a pedir mesa en el segundo.



 

La hiperinflación de Zimbabwe

¿Qué es la hiperinflación? La hiperinflación es una inflación muy elevada.

Muchos economistas lo llaman cuando el nivel de precios crece por encima del 100% anual. Como todos los procesos inflacionarios, la hiperinflación es causada por la creación excesiva de dinero. Hay dos casos bastante significativos de lo que es la hiperinflación, el de Alemania después de la Primera Guerra Mundial y actualmente, en el siglo XXI, el caso de Zimbabwe.


El caso de Zimbabwe





En Zimbabwe, un billete de 100 billones (millones de millones) de dólares locales llegó a equivaler a unos 5 dólares de EEUU.
Esta es la tasa de cambio para el billete de más alta denominación del país africano, el mayor jamás producido por una moneda de circulación legal, y símbolo nacional de una política monetaria descontrolada. En determinado momento de 2009, un billete de 100 billones no llegaba para comprar un pasaje de autobús en Harare, la capital del país.




Estos billetes son codiciados entre coleccionistas de monedas y compradores de novedades, y se venden por un precio muy superior a su valor oficial en circulación. En la década pasada, el presidente Robert Mugabe y sus aliados intentaron apuntalar la economía -y su gobierno- imprimiendo dinero a toda velocidad. El resultado fue una hiperinflación alimentada con billetes con más ceros. La inflación en Zimbabwe alcanzó los 500.000.000.000%.El billete de 100 billones de dólares zimbabuenses, que circuló por apenas unos meses antes de que la moneda fuera oficialmente abandonada en el país en 2009, representaba el límite diario que se permitía a la gente retirar de sus cuentas bancarias. Los precios subieron, causando caos.Todo esto se producía porque el gobierno de Zimbabwe necesitaba imprimir cada vez más billetes y de mayor cantidad, para financiar su déficit (los gastos del Estado eran mayores que los ingresos).La inflación desenfrenada obligó a los zimbabuenses a hacer fila para comprar pan, pasta de dientes y otros productos básicos. A menudo, llevaban bolsas más grandes para su dinero que para los pocos artículos que estaban en condiciones de comprar.
 
 
 
 
 
Desde hace ya tiempo, todas las transacciones son en monedas extranjeras, principalmente en el dólar estadounidense y el rand sudafricano, pero el proceso de desmonetarización (acto o proceso de eliminación de la condición jurídica de una unidad monetaria) por parte del gobierno de Zimbabwe comenzó en junio-2015 y terminó en septiembre-2015. Mediante dicho proceso, por cada 250 billones de dólares zimbabwenses en efectivo el estado entregaba 1 dólar estadounidense en efectivo y en cuanto a las cuentas corrientes, los primeros 175.000 billones de dólares zimbabwenses equivalían a 5 dólares estadounidenses, en una especie de tarifa plana. A partir de esa cantidad, 35.000 billones de dólares zimbabwenses equivalían a 1 dólar americano.
 
 
 
 
Pero los billetes sin valor de Zimbabwe son valiosos, al menos fuera del país. En un centro comercial de Harare que es popular entre turistas, se pueden adquirir estos billetes, por los que hay que pagar entre 5 y 50 dólares de los EE.UU. dependiendo del tipo de billete.
 
La lección que podemos extraer de esta experiencia es que una alta inflación puede tener efectos devastadores sobre la economía de un país y que la impresión de billetes de mayor valor por parte de los gobiernos no lleva a ninguna parte. Creo que la única via es que el estado del país en cuestión consiga mayores niveles de  educación para su población y que elimine la corrupción, para conseguir progreso mediante la competividad.
 
 
 

Cómo se crea el dinero

¿sabemos cómo se crea el dinero?


Evidentemente, todos hemos visto por televisión la imprenta que fabrica los billetes de la eurozona, pero lo que no resulta tan conocido suele ser los cálculos previos que hay que realizar antes de apretar el botón de impresión.
En los mecanismos de creación del dinero intervienen tres agentes:
1) el banco central del país emisor (en nuestro caso, el Banco Central Europeo) que ajusta ciertos agregados para calcular el dinero que debe poner en circulación.
2) la banca privada que, a través de los préstamos, expande la cantidad de liquidez inyectada por el banco central
3) nosotros, el público.



Cómo se crea el dinero: la base monetaria


Cuando decimos cuánto dinero hay en circulación, estamos pensando en lo que se conoce como la base monetaria. Este agregado, se conoce también como efectivo total y representa al conjunto de monedas y billetes en circulación en un país (o una zona).
Por supuesto, el concepto de “en circulación” es más amplio de lo que podemos pensar a priori, pues incluye tanto las monedas y billetes en manos del público como las reservas de los bancos. Tengamos en cuenta que éstas se encuentran en moneda de curso legal, no así las reservas del banco central, que pueden estar formadas por varios tipos de activos.
Un billete o una moneda representan una deuda del gobierno con la persona que lo posee. Es algo así como una factura que el estado se compromete a pagarnos y que nosotros podemos utilizar para canjear por bienes y servicios con el respaldo del gobierno.
Como es lógico, un país no puede comenzar a imprimir dinero por las buenas sin realizar otros ajustes. En caso de que así lo hiciera, su moneda se devaluaría con rapidez y ese sería el efecto más inmediato de muchos. Para poder apretar el botón que pone en marcha la impresora de moneda de forma equilibrada, se debe realizar antes un proceso conocido como “creación de base monetaria”.
 
 

Cómo se crea el dinero: creación de base monetaria


Puesto que un billete o moneda representan una deuda del gobierno hacia nosotros, si el estado quiere generar más efectivo, debe respaldarlo previamente con algo. A este proceso, previo a la impresión, es a lo que denominamos creación de base monetaria y consiste en aumentar los activos del banco central. Existen diversas formas de hacerlo:

  • Aumentando la cantidad de oro y divisas que posee el banco central
  • Aumentando el número de créditos que el banco central otorga a los bancos comerciales
  • Comprando deuda pública mediante operaciones de mercado abierto
  • Aumentando los créditos que el banco central realiza al sector público
Hay otros mecanismos, pero estos son los más importantes. Cuantos más activos adquiera el banco central, más posibilidades tendrá de crear dinero. Esto puede parecer algo lioso, pero en realidad es bastante más simple de lo que parece.
Suponed que un banco central tiene un kilo de oro en sus reservas. Por cada gramo emite un dólar. Si el banco central adquiere otro kilogramo de oro, podrá emitir otros mil dólares. Cada dólar emitido en la segunda tanda tendrá el mismo valor intrínseco que lo anteriores pues representa un gramo de oro.
Si se hubiera impreso el dinero sin adquirir el segundo kilo de oro, tendríamos dos mil dólares que representarían mil gramos de oro y los billetes antiguos, ahora valdrían la mitad. A este efecto también se le conoce como señoreaje y se refiere a la impresión indiscriminada de dinero por parte de un estado. Su efecto es muy parecido a la inflación.
 
 

Cómo se crea el dinero: expansión bancaria


Existe otra forma de creación de dinero que podríamos denominar “virtual”, y la realizan principalmente los bancos comerciales. ¿cómo? la actividad principal del sector bancario es “vender dinero” y el precio de éste está marcado por el tipo de interés.
Los bancos centrales fijan el coeficiente de reservas que no es sino el porcentaje de dinero que, basado en los depósitos, el banco ha de tener en efectivo para satisfacer las necesidades de sus clientes. Es decir, si una entidad bancaria tiene un coeficiente de reservas del 10% y todos sus depósitos acumulan mil euros, pues esta entidad se verá obligada a tener siempre cien euros en efectivo. Cuanto menor sea este coeficiente, más dinero podrá prestar el banco. El fenómeno de creación de dinero bancario se conoce como “expansión múltiple de los depósitos bancarios”.
Basándonos en el banco descrito en el párrafo anterior, el proceso de expansión lo que hace es crear dinero virtual mediante la concesión de préstamos. Supongamos que éste es el único banco del país para simplificar el proceso. Supongamos que un cliente pide novecientos euros al banco a un cierto interés para comprar un bien. El propietario del bien, coge el dinero de la venta y lo ingresa en el banco. Si otro cliente viene a pedir un préstamo, podrá usar el depósito del vendedor para concederlo.
Eso sí, puesto que ahora el banco tiene mil novecientos euros en depósitos (los mil iniciales y novecientos más) el coeficiente de reservas (el 10%) indica que ha de mantener ciento noventa euros en efectivo, de forma que sólo podrá prestar ochocientos diez al nuevo cliente. De este modo, el dinero se expande dentro del sistema financiero comercial tantas veces como el coeficiente de reservas permita. Cuanto el coeficiente de reservas sea más bajo, permitirá una mayor expansión bancaria y por tanto, una mayor creación de dinero.
 
 
 


 

domingo, 8 de noviembre de 2015

¿¿Qué son las reservas del Banco Central??


Los manuales dicen que las Reservas Internacionales son las divisas o activos en moneda extranjera que tiene el Banco Central y que respaldan los billetes y monedas en circulación, depósitos y demás pasivos. No son un ahorro ni del Gobierno ni tampoco del Banco Central, porque tienen como contrapartida una deuda por la moneda y títulos emitidos o por los préstamos externos recibidos.




Esas reservas se generan básicamente por tres vías:

1) Por la diferencia entre los ingresos provenientes de la exportación o ventas de bienes y servicios al exterior y de turistas extranjeros y de los gastos que se hacen para la importación o por viajes al exterior.

2) También por el neto entre lo que ingresa por préstamos externos y lo que se paga en capital e intereses para cancelarlos.

3) Y por la diferencia entre los giros que envían o reciben los residentes en el exterior o por la demanda para atesorar moneda extranjera fuera del sistema o en el exterior (“fuga de capitales”).

Así, las reservas no son otra cosa que activos, manejados por el Banco Central, que tienen pasivos vinculados. Dicho Banco Central del país invierte esas reservas internacionales, buscando combinar seguridad, liquidez y rendimiento.






Composición


Las reservas están compuestas por monedas convertibles, oro y Derechos Especiales de Giro (DEG), que es una “moneda” creada por el Fondo Monetario Internacional (FMI) y que sirve para que los países cancelen deudas que tengan entre sí o con el Fondo.

También las reservas pueden ser invertidas en títulos o bonos que cuenten con una alta calificación crediticia, si bien una parte se mantiene como capital de trabajo del propio Banco Central para garantizar la disponibilidad inmediata de divisas.

Los rendimientos de estas reservas, que constituyen una parte de las utilidades del Banco Central, pueden ser capitalizados en la propia institución o ser transferidos parcial o totalmente al Gobierno.





Nivel óptimo


El nivel “óptimo” de reservas internacionales que debe tener un país es una controversia que divide a los economistas. En general, para establecer este nivel, no sólo se debe comparar el costo de oportunidad de las distintas alternativas de inversión, incluyendo cancelar deudas que devengan altos intereses, sino que también hay que considerar el coste para la economía de contar con más o menos divisas para hacer frente, por ejemplo, a la demanda de los importadores, pero también para afrontar crisis (como la del Tequila en 1994 en México causada por la falta de reservas internacionales que provocaron una fuerte devaluación del peso mexicano) o para afrontar una fuerte salida de capitales, o bien una “corrida cambiaria” (Cuando los agentes económicos esperan que una moneda se devalúe, van a vender esa moneda a cambio de otras divisas. El Banco Central, encargado de mantener el tipo de cambio, debe comprar las divisas que se venden para así evitar que se deprecie el tipo de cambio. De este modo, el Banco Central pierde reservas para mantener el tipo de cambio. Si el Banco Central sigue perdiendo reservas, puede suceder que los agentes vean que el nivel de reservas es demasiado bajo y se produzca una corrida generalizada, es decir, gran parte de los agentes van a ver que las reservas del Banco Central están disminuyendo de forma acelerada y van a vender la moneda nacional. Ante una situación así, puede suceder que el Banco Central pierda tantas reservas en su esfuerzo por mantener el tipo de cambio, que efectivamente tenga que devaluar, aunque el origen de la corrida haya sido solo una expectativa infundada).

 



Nivel de reservas mundiales



Tenemos algunas curiosidades generales:


1. Todos los bancos centrales del mundo atesoran en conjunto el 19% del total del oro que se ha extraído de la tierra.

 
2. Se estima que todo el oro extraído hasta 2011 totaliza 171,300 toneladas.
 
3. A un precio de $1400 por onza, esto equivale a USD 7.65 trillions.

Una última curiosidad: del total de reservas de cada banco central, ¿qué porcentaje de esas reservas está en oro? La respuesta, como podemos ver en el siguiente gráfico, nos hace pensar que no estamos tan lejos de la vieja realidad del patrón oro.